Si amor, hoy desde mi refugio miro al firmamento y me acuerdo de ti, desearía tenerte a mi lado, la sola imagen de tu rostro, evoca en mis cuentos de sensaciones maravillosas. Pensar en el leve contacto de tu cuerpo, invitan a los deseos mas lujuriosos de mis sueños mas remotos, en los cuales siempre somos los protagonistas de historias de amor y pasión, el tenerte aquí ahora sería un sueño hecho realidad, del cual nunca querría despertar, juntos, abrazarte con mi cuerpo curtido sintiendo la calidez de tu piel al mero contacto con la mía, acariciando suavemente todos tus rincones, deleitándome al notar como mis manos recorren la esbelta desnudez de tan hermoso monumento a la belleza...
Mis labios sedientos de ti, no pueden evitar lanzarse al sugerente vacío de tus curvas, besando delicadamente tu cuello tenso y tan sensual, que me provoca un ligero vértigo. El aroma que desprendes es embriagador y me deja totalmente indefenso ante ti mientras acaricio tu hermosa nuca, nuestros labios temblorosos se acercan tímidamente, puedo sentir tu aliento susurrándome como una ligera brisa, que penetra sutilmente en mis pulmones con el elixir de tu esencia, llevándome a ti.
La tentación nos vence como una barca en temporal, nuestros labios ardientes de deseo se funden inevitablemente, acallando nuestros temores desatados por la pasión del momento. Nunca hubiese imaginado que fueran tan deliciosos y me faltaban palabras para describir su sabroso néctar, solo se que desearía ser inmortal y poder disfrutar de ese paraíso único eternamente, nuestras miradas se cruzan fugazmente, mientras nuestros cuerpos se desvanecen lentamente regresando a su lugar de origen, siento como un inmenso vacío que se apodera de mi alma nuevamente, intento resistirme y seguir navegando por este mar de deseos contigo pero debo despertar de tan dulce sueño y centrarme en el presente, que aplastando como algo insignificante mis anhelos, me devuelve a la cruda realidad...
donde mi soledad me espera fiel compañera que nunca me abandona y a la que ya estoy acostumbrado, ella me arropa todas las noches y comparte mis alegrías y mis penas pero ha llegado el momento de decirle adiós ya que ahora es otra la que va conmigo siempre, la que me reconforta en los malos momentos y me llena de alegrías cada día con su sola presencia. A ella la llevo en todo momento en lo mas profundo de mi corazón y es de ella de quién estoy enamorado... y aunque su ausencia me desgarra el alma en mil pedazos, pronto estaremos juntos y dejaré de sufrir este tormento. Al menos me consuelo viéndola cada noche, cuando llega el ansiado momento que los sueños se apoderan por completo de este abstracto lugar donde los sueños a veces se hacen realidad y las ilusiones dan vida donde mi mundo cobra verdaderamente sentido y todo se torna perfecto y es ahí donde la magia nos envuelve y dejamos paso al único amor que existe, el nuestro, esa extraordinaria mujer por la cual suspiro constantemente, la que a mi me da mil razones mas para seguir adelante y sin la cual no podría vivir...
Dulces palabras repletas de sentimientos...
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